Como en la pintura, mi escultura está basada en la esencia de la figura pero ésta suele estar fragmentada. Quizás, esté más basada en el futuro de su existencia, en su permanencia en este mundo o en el próximo. Es una figura fragmentada por el tiempo, por los sucesos, vicisitudes y contratiempos. Mi obra está basada en la existencia de un mundo infinito donde el cuerpo humano, en un futuro, da paso a la existencia infinita de su alma, pero desmenbrada; tanto más cuanto más haya padecido o mal actuado el hombre. Su existencia plena dependerá de los actos realizados en su periodo de vida materialista. Su alma será tanto más pura cuanto más puro, sincero y digno haya sido. Nuestra alma vagará por el universo infinitamente contemplando su maravillosa creación pudiendo disfrutarlo dependiendo de lo quebrada que esté su figura.